LOS VALORES SON RAZONES DEL CORAZÓN QUE LA RAZÓN NO ENTIENDE

domingo, 15 de mayo de 2016

¿¿PODEMOS ERRADICAR EL ACOSO ESCOLAR Y DEPORTIVO??(centrado en deporte)

(Entrada de blog basada en opinión personal  de Sergio Ranero y contrastada con datos estadísticos reales y artículos relacionados con el Bullyng, Acoso, Mobbing, y todo tipo de Maltrato infantil)




Los objetivos del deporte ......
en la edad escolar son tanto físicos (mejorar la forma), deportivos (aprender y mejorar las aptitudes y destrezas de cada deporte) y también psicológicos: aprender a cooperar y competir con deportividad, a respetar a los demás y a las reglas del juego, entablar nuevas amistades y sobretodo, divertirse, porque si los niños no se lo pasan bien, abandonan.

    Todos los chicos y chicas tienen derecho a la libertad de expresión. Este derecho implica la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de todo tipo, sin ninguna consideración de fronteras, siempre que no estén en contra de los derechos de otras personas. Art. 13 de la Convención de Derechos del niño. 

Los datos del acoso escolar y deportivo   Un alto porcentaje de los escolares entre 11 y 16 años se ha sentido en algún momento víctima de acoso escolar o deportivo, la mayoría de carácter leve o no grave. Un pequeño porcentaje de ellos lo califica como una situación grave que requirió la intervención de padres o profesores para su solución. Además, la mayoría de las víctimas de acoso escolar o deportivo  nunca se lo ha comentado a un adulto. De hecho, España es uno de los países de Europa en los que menos se reconoce haber sufrido acoso de tipo escolar y ni mucho menos deportivo.
De ese reducido número de casos  graves, casi un 54% de las víctimas de acoso escolar presenta síntomas de estrés postraumático, como pesadillas, ansiedad, insomnio, flash back o pánico; el 55% sufre depresión y el 53% tiene una imagen negativa de sí mismo, según el Estudio Cisneros sobre “Violencia y Acoso Escolar y en el Deporte”. Pero al contrario de lo que se cree, el niño acosado no es un alumno carente de habilidades sociales o con alguna característica física que le acompleje.

El acoso escolar o deportivo  puede recaer sobre cualquier escolar o niño deportista.
Durante un curso anterior, (para que sea orientativo) no entraremos en años concretos aunque si cercanos, basado en datos reales supongamos que los datos corresponden a años anteriores al actual 2016.....
La Policía Nacional recibió en toda España 316 denuncias vinculadas con hechos sucedidos en el ámbito escolar y deportivo, como:
amenazas (63), lesiones (213), trato degradante (15), vejaciones (22) o malos tratos de obra sin lesión (5).(Injurias y maltrato psicológico no icluido).
El auge de las nuevas tecnologías; el acceso masivo a Internet desde dispositivos móviles como smartphones o tablets; las aplicaciones como whastapp, Line o snapchat, y la masificación en el uso de las redes sociales conlleva que cualquier pelea o enfrentamiento en un pasillo de colegio o en el patio del instituto o en el ámbito deportivo, un campo o un vestuario, sea rápidamente subido a la Red, se viralice su difusión, se magnifique y la victimización se perpetúe en el tiempo.
El ciberacoso es la herramienta grupal más poderosa para ejecutar el acoso escolar y se manifiesta con mensajes insultantes, humillantes y crueles; con amenazas; suplantando la identidad de otros compañeros para dañar su reputación o amistades; revelando secretos, informaciones o fotos comprometidas o privadas, o excluyendo intencionadamente a compañeros de grupos online, profiriendo injurias a la persona o condenando actuaciones correctas del acosado como  dañinas tergiversando su significado.

—¿Qué se considera acoso escolar o en el deporte (deportivo)?
El mayor problema que supone el acoso escolar o deportivo es la dificultad para detectarlo. Los adultos que rodean a la víctima pueden no darse cuenta o minimizarlo. El acoso no es el que el niño reciba agresiones físicas. Normalmente esto, que puede o no llegar a suceder, es la culminación de un proceso de victimización muy complejo.
—¿Cuáles es el proceso de un acoso típico?
Desde insultos o motes dañinos a collejas o zancadillas , comentarios degradantes e infravaloración de actuaciones .
Comienza con agresiones e intimidaciones directas o difundidas por redes sociales bien sean de carácter público o privado y que el agredido deja sin una respuesta adecuada y que hacen que los agresores aumenten la intensidad del acoso. Puede comenzar con insultos, motes dañinos, hablar mal del niño y volver a otros compañeros en su contra sembrando rumores malintencionados sobre él. Además, las amenazas para lograr que el niño haga algo que no desea, quitarle un objeto, la misma merienda sugerirle que abandone bien un puesto o un grupo puede ser de amistades o bien de un equipo de fútbol, béisbol o un colegio,  son otras de las manifestaciones del acoso escolar y deportivo.
El objetivo es hacerle sentir miedo a las agresiones, a las burlas, a que se cuente algo negativo sobre él a verse infravalorado y defenestrado por su entorno deportivo y escolar, hacerle diana de las críticas y responsable de resultados negativos o situaciones adversas. También, el acoso escolar y deportivo  se puede manifestar en los casos más agravantes con la agresión física:darle collejas o ponerle la zancadilla, empujarle o robarle, esconderle o quitarle sus pertenencias, forzarle a participar en juegos y aprovechar la circunstancia para llevar acabo la agresión amparado en la supuesta inocencia de juegos o costumbres infantiles, engañarlo.

—¿Cómo es el acoso psicológico?

Es la forma más sutil, pero igualmente dañina, de la violencia escolar y deportiva. A la víctima no se le deja participar en juegos o en actividades sociales conjuntas, se le aisla, no se le habla y se le ignora activamente. Lo tratan como un apestado y eso hace que, incluso los que no participaban activamente en el acoso, también se alejen de él, por mantenerse en el grupo, por contagio o por temer ser ellos mismos las próximas víctimas.

—¿Cómo distinguimos lo que no es acoso?
Los niños se pelean a veces. No es que debamos aceptar la agresividad como fórmula de relación, pero debemos entender que no todas las peleas son signos de acoso escolar o deportivo. Incluso puede que se quieran hacer daño en medio de una pelea niños que habían sido amigos y que pueden llegar a serlo de nuevo. Tampoco es que el más débil o el que pierde la pelea esté siendo acosado, aunque sin duda hay que intervenir. Un sólo insulto, una única burla, o una pelea entre dos no son tolerables, hay que actuar, pero no son acoso desmesurado.
—¿Cuál es entonces la principal diferencia?
El acoso es una SITUACION REITERADA EN EL TIEMPO, que se manifiesta en diferentes formas de maltrato, en el que la víctima es o termina en una condición de inferioridad y en la que los agresores se cebarán para mantener las acciones de hostigamiento.
Hay situaciones muy graves que tampoco debemos considerar acoso. Son las que se refieren a actos delictivos como las agresiones sexuales, el uso de armas, las amenazas de muerte o aquellas agresiones que ponen en riesgo la integridad de la víctima o su vida. En esos casos ya no hablamos de acoso, son delitos y, además de hablar con el centro escolar y el entorno deportivo en el que ocurran, hay que denunciar, tanto si hay conocimiento como si ha sido testigo. El delito puede arrastrar incluso aquel que ve conscientemente pero ignora lo ocurrido, se convierte en complice indirecto por negación de auxilio y lo que es peor, por conciencia.
—¿Cómo hay que actuar si sospechamos que nuestro hijo u otro niño sufre acoso escolar o deportivamente hablando?
Cuando observamos, y ya me refiero en cualquier circunstancia, un abuso o un acto de violencia, puede que temamos actuar por miedo a las consecuencias, a ser nosotros mismos las próximas víctimas. A los niños les pasa lo mismo.
Pero no hacer nada es convertirnos en cómplices y estaremos dando nuestra aprobación al maltrato. Hoy denunciaríamos a un vecino que pega a su mujer, a unos padres que agreden a sus hijos o actuaríamos si viéramos un delito, avisando a las autoridades si no somos capaces de evitarlo directamente. Lo mismo pasa con el acoso escolar o en el entorno deportivo y social.
Debemos enseñar a los hijos a ponerse al lado de la víctima
Cuando el niño vea un comportamiento de acoso  debe saber que no hay que ponerse del lado de los agresores, no participando ni tampoco riéndoles la gracia. Más bien deben intentar acercarse al niño que sufre y hablar con él, para que les explique cómo se siente y pueden animarlo a pedir ayuda a sus padres, profesores entrenadores o educadores directamente.

Pongamos un ejemplo muy típico: la niña gordita a la que un par de compañeras le hacen comentarios humillantes. Si las otras tres o cuatro amiguitas les recriminan su actitud y se acercan a la niña despreciada, pueden hacer mucho para evitar que las burlas y el aislamiento se enquisten en la relación. Sin embargo, si perciben que no, la niña sigue siendo acosada y la situación empeora, haciéndose el grupo acosador más fuerte, deben saber que lo correcto es acudir a un adulto.
Consejos para actuar frente al acoso
—Si el acoso ya está establecido no enfrentarse directamente al grupo de agresores. Lo que hay que hacer es hablar con los propios padres, contándoles la situación o acudiendo a un profesor o educador  de confianza y pidiendo al tutor o responsable que organice careos y diálogo o tome las acciones pertinentes para ayudar a la víctima.
—Si la situación es muy seria y la víctima está en riesgo, el niño debe saber que tiene que acudir inmediatamente a un adulto responsable. Muchos colegios y centros tienen programas de actuación para estos casos, no así los centros deportivos o clubes y escuelas,  pero es necesario avisar cuando se conocen para que puedan ponerse en marcha. La responsabilidad es de todos.

—Enseñando a nuestros hijos que no es gracioso burlarse de otros o dañarlos, les ayudamos a tomar la actitud correcta ante los primeros síntomas.
—Eso no es chivarse, es actuar con justicia. El silencio es lo que agrava el acoso. El niño debe saber que no estará solo y que los adultos van a ayudarle y a creerlo, que puede acudir a ellos a contar lo que está pasando.
—La mayoría de los casos se resuelven si se habla pronto de ello y nuestros hijos, son conscientes de que no se debe permitir lo que ya no les convertirá en cómplices activos o pasivos, ni en observadores de la violencia, sino en el apoyo 
que el sistema necesita para darle la vuelta al acoso escolar.

—¿Cómo tiene que actuar el centro escolar o la entidad deportiva ante un acoso?
Si la escuela, centro o entidad reacciona positivamente y con suma coherencia atajando con firmeza el problema puede solucionarse, pero también nos podemos encontrar con una negación institucional de la violencia si no hay graves signos externos, por lo que el niño acosado y/o agredido vería negado su problema y sin salida posible.
Cuando nos enfrentamos a este problema hay que trabajar contra comentarios que suelen incorporar frases como «es sólo un caso aislado» o «si solamente ha sido una broma», o el más peligroso  y notable en éstos casos «son cosas de niños».
Tampoco es aceptable que se pidan informes con datos de daños clínicos en la víctima como criterio para diagnosticar la existencia de un cuadro de acoso escolar, pues el acoso, por naturaleza, no es solamente un problema de agresiones físicas, sino un cuadro mucho más complejo y con un desarrollo en el tiempo que hay que parar cuanto antes. No debemos dar tiempo a que sucedan.
—¿Cómo pueden evitar el acoso los profesores, entrenadores y/o educadores en el colegio y el deporte?
Simplemente estando atentos a algunos signos y entendiendo que este tipo de violencia es algo real, complejo pero que con seguridad está sucediendo en su entorno. No son cosas de niños. Empezando por ahí. Las peores formas de acoso escolar van a suceder cuando el profesor, entrenador, responsble o educador no está presente directamente: en los baños, los patios, los pasillos, vestuarios, salidas de clase, por redes sociales y en el comedor. Sin embargo, siempre hay un maestro, instructor o entrenador  cerca que puede detectar los signos.

Observando a los niños fuera de aula y/o vestuario e instalaciones y su dinámica de grupo, los niños que queden aislados, las pintadas en el baño, los cambios de comportamiento o rendimiento escolar , o significativos sobre el juego o deporte realizado,  los rumores que lleguen a sus oídos, la forma en que se tratan, TODO puede darnos señales.
Un niño que manifiesta tristeza, miedos o dolores inexplicables, repentinas lesiones, que falte a las actividades o descubramos que nunca es invitado a fiestas o salidas podría tener un problema de violencia escolar o bien de ámbito deportivo.
Una señal es que el niño no quiera participar en actividades en grupos que antes sí hacía.
El que en clase o en el vestuario o equipo se burlen de él habitualmente o se rían cuando interviene, el que deje de participar activamente o se quede sin compañeros en las actividades de grupo puede también estar siendo víctima de acoso escolar y deportivamente hablando.
Si aparece con golpes y da explicaciones vagas, siempre hay que investigar qué sucede, pues, puede haber una situación de violencia, sea escolar o en otros ámbitos.
La escasa o nula sociabilidad con los compañeros también son signos a los que hay que atender. No se trata de los niños tímidos o de los que sean más exquisitos a la hora de seleccionar sus amigos, pero sí de los que son apartados del grupo o se autoexcluyen de todo.

Muchas veces simplemente hay que saber mirar para ver. Los niños que son diferentes o se comportan de forma diferente necesitan especial atención, pero sin dejar de observar a todos y teniendo en cuenta que, si hay una situación de acoso, cuanto antes se intervenga menores serán las secuelas y que, además de la víctima, los observadores y los agresores también van a necesitar ayuda para reconducir su comportamiento.



El Mobbing: la otra cara del maltrato psicológico
    El mobbing es un fenómeno de estudio relativamente reciente, contextualizado dentro de la categoría de los malos tratos. Especialmente se le conoce como maltrato psicológico en el lugar del trabajo. Para que exista mobbing deben presentarse estos 3 factores:
    Un acosador: que se les conoce como "trepas". Una víctima: que suelen ser personas envidiables: por su brillantez y atractivo; vulnerables: personas con alguna peculiaridad o defecto; amenazantes: personas activas, eficaces y trabajadoras. Y la complicidad de quien asiste a ese maltrato, también llamados testigos "mudos".
    Sobretodo debe darse una relación asimétrica de poder (superior que agrede a subordinado, superior que es agredido por sus subordinados, compañeros que se agreden entre ellos...).
     Otra máscara del hostigamiento es el bullying (bully: matón, abusón) o burlas por parte de un acosador en solitario o como jefe de un grupo, que suele ubicarse en las escuelas y centros de enseñanza e incluso en clubes o equipos deportivos siendo causa de desadaptación infantil así como de depresión (López Cabarcos y Vázquez Rodríguez, 2003: 43). Se la conoce también como violencia horizontal, ya que la jerarquía entre el acosador y el acosado es similar.
Una situación de mobbing se caracteriza por una carencia de refuerzos positivos
    Los ambientes deportivos que se caracterizan por la ausencia de refuerzos positivos por los logros conseguidos, si además se acompañan de sistemas normativos muy aversivos, pueden generar en el deportista un sentimiento de frustración constante.
¡Las creencias falsas crean realidades verdaderas!
    Es conveniente nombrar otro concepto como la desesperanza aprendida: Si haga lo que haga el niño, lo castigan, terminará por creer que por mucho que se esfuerce en llevar a cabo algo, nunca se lo reconocerán. Cree que no puede cambiar la situación.

    El mobbing lleva a la víctima a un estado de Ansiedad y de Estrés.
    La ansiedad se entiende como un estado de miedo condicionado que aparece ante estímulos nuevos, aversivos o amenazantes, de manera que puede hablarse de ansiedad "normal" y patológica. La primera operaría como impulso (drive) motivador para activar conductas adaptativas y la segunda, al promover el predominio funcional del sistema periventricular, inhibirá la acción. Los componentes básicos de la Ansiedad son: cognitivo, biológico y conductual.

    En el deporte, el término estrés es casi siempre entendido como distrés, una reacción negativa. De hecho algunas situaciones deportivas causan o producen 3 tipos de síntomas negativos: físicos (aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la frecuencia respiratoria, sudoración, tensión muscular), mentales (miedo, ansiedad, preocupación, inhabilidad para concentrarse) y comportamentales (hablar rápidamente, manierismos nerviosos).
    Las consecuencias más directas de lo anteriormente expuesto es el abandono y la sensación de atrapamiento en la que vive el niño/ víctima puesto que los beneficios percibidos son bajos y la presión social es alta.
    Lo anteriormente enunciado, podría servir a los profesores y /o entrenadores para profundizar más acerca de las causas de abandono y no simplemente decir "no debemos exigir al niño" para evitar el SINDROME DE SATURACION DEPORTIVA. Si bien todos queremos ser "ganadores", el joven deportista no es diferente. Pero ganar no debe ser el único objetivo de la participación deportiva. 

    La relación asimétrica que se establece en el deporte infantil : donde el entrenador podría ser el equivalente al "jefe", y los niños el equivalente a los "trabajadores", las circunstancias deportivas que rodean la práctica deportiva habitual como generadoras de estrés: intensidad de la competición independientemente del nivel deportivo; percepción de presiones estresantes en el contexto deportivo; actitudes propias, de entrenador y/o familiares, entre otros, en relación al deporte; cantidad e intensidad de las competiciones deportivas que realiza; etc... resultan similares a las condiciones que definen una situación de mobbing o acoso psicológico.
     Entre las anteriores variables recordemos el papel relevante que el entrenador puede desempeñar en la aparición del síndrome. Es importante recalcar la diferencia entre disciplina y acoso, y el uso que hace el entrenador de su status en la jerarquía y que si el clima motivacional que genera en el equipo está enfocado más hacia la tarea que al ego, de su perfil, de su habilidad social, de si destruye o crea equipo, así como si sabe utilizar los estímulos aversivos [si castiga personas y no conductas]. Debería dividirse entre personas que compiten y directores de equipo orientados a la eficacia. 
Acoso no es que el entrenador te eche la bronca en un momento determinado, que quiera que todo salga perfecto... No: 
HOSTIGAMIENTO es una pauta que sigue una persona concreta, normalmente el superior o un compañero con poder dentro del equipo. Notas que tu relación habitual empieza a cambiar. Te lanzan ataques directos (ponen pegas a tu trabajo de forma injustificada) y, sobre todo, indirectos (oyes que hablan mal de ti personal o profesionalmente), no sólo quienes están por encima del niño en la jerarquía sino sus semejantes (propios compañeros que también participan de este hostigamiento). Defenderse de todos estos ataques resulta más difícil. 
  Aunque tenemos presente que el mobbing puede darse en cualquier ámbito (laboral, social, escolar, incluso familiar...), consideramos interesante la investigación en el ámbito deportivo infantil ya que los niños son más vulnerables y susceptibles a este problema y porque el hecho de que desconozcan la gravedad del asunto, les lleva a sufrir en silencio. Síndrome en los niños que practican algún deporte, es decir, para la valoración del síndrome "burnout" en el deporte infantil. 
Diferentes aspectos que consideramos relevantes  para la detección del mobbing en el deporte infantil, :
PERSONALIDAD del agredido: con ellos pretendemos conocer si el niño/a es lo suficientemente asertivo como para expresar su disconformidad cuando una situación no le es grata, o si por el contrario es vulnerable a las críticas, a la presión, etc, lo cual le llevará a culpabilizarse de la situación.
Relación ENTRENADOR - JUGADOR: conocer la relación de confianza entre superior / subordinado, así como el sistema de organización en el entrenamiento y el tipo de ambiente que proporciona al equipo.
Relación PADRES - JUGADOR: Los padres son un referente para los niños y un gran apoyo para una actividad deportiva en la que los niños depositan tanto esfuerzo (tanto físico como psíquico). Un sentimiento temeroso hacia los padres, miedo a defraudarles, sobreprotección paterna, etc,... le impedirá crecer en autoestima. 
Relación con los COMPAÑEROS: uno de los objetivos del deporte en la edad escolar es aprender a cooperar y competir con deportividad, entablar nuevas amistades,..... divertirse al mismo tiempo que practican un ejercicio físico.
SITUACIONES ESPECÍFICAS que pueden incomodar al niño o viceversa, pueden motivarle para seguir desarrollando la actividad física.
CONSIDERACIONES PERSONALES del agredido.
 

EJEMPLOS DE FRACASO POR NO ACTUAR CON ANTICIPACIÓN:
En una escuela de Carolina del Norte, EEUUUn niño de 11 años, en estado grave tras intentar suicidarse por acoso escolar
Un grupo lo insultaba e intimidaba porque era seguidor de un dibujo animado
04.02.14 |Informativos Telecinco |

Un niño de 11 años permanece intubado en estado grave, después de intentar suicidarse al ser acosado por varios compañeros en una escuela de Carolina del Norte.  fue encontrado por sus padres colgando de una cuerda en su habitación al no poder soportar las intimidaciones a las que era sometido desde hacía una decena de días.
Adolescente de 12 años se suicida harta del ciberacoso de un grupo de compañeras
Se suicida tras recibir burlas por su acento
Michael Morones, que podría tener daño cerebral permanente, las burlas de un grupo de sus compañeros.y las intimidaciones y acoso al que le sometían."Su madre y yo le decíamos que no importaba lo que otros piensan, que amaríamos a nuestro hijo fuera lo que fuera. "Sin embargo, Michael Morones .
se ahorcó el pasado 23 de enero después de regresar de su escuela. A pesar de ello, creen que es mejor educar: "hay que enseñar a la gente a HACER Y SER lo correcto,  porque el castigo no siempre funciona".
La policía investiga los móviles de 15 chicas
Adolescente de 12 años se suicida harta del ciberacoso de un grupo de compañeras
Sus compañeras llegaron a escribirle de forma premonitoria: "Suicídate" “Vete del mundo”
Presentó dos denuncias contra el colegio para intentar parar el ciberacoso
Tras cambiarla de colegio los mensaje de acoso continuaron
Rebecca mandó un mensaje a un amigo diciendo: "Voy a saltar, no aguanto más....

Seguramente cada uno de nosotros sabrá como obrar ante la injusticia.
Nunca podremos hacer nada para cambiar las circunstancias, pero siempre podemos elegir nuestra actitud ante ellas.
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